sábado, octubre 06, 2007

Detesto que hables tanto

Detesto que hables tanto, tu voz omnipresente.
Mi mente huye lejos, mi cara se hace roca.
Entonces imagino que estoy en otro lado
y que tú hablas sola, cual si estuvieras loca.

Como todas las cosas las llenas de palabras,
las cosas me parecen cada vez más vacías.
Maldita lengua floja, vampiresa sin alma,
siento que me desangra tu charlatanería.

Detesto que hables tanto, tu voz omnipresente.
Mil veces he deseado matarte o estar muerto:
Colgarme de una viga, darte a beber cicuta…
Mientras sigues hablando, así sueño despierto.

2 comentarios:

Clara Castillo dijo...

Muy lindo.
Qué pasó que no escribiste más aquí??
Saludos!

El Equipo dijo...

¿Pablo Neruda estaría de acuerdo?
Muy ingenioso, felicitaciones
Irene